Salvador Reza
Phoenix, Aztlán
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(Donde vive el espíritu de la verdad)
Para Dolores Mendoza de Reza (Doña Lolita) (31 de Enero 1931 al 16 de Mayo 2021)
“Un mal con un bien se paga,” le enseño mi abuelito Toño a mi mamá: “Haz el bien sin mirar a quien” fue el lema que la guío toda su vida.
Y toda su vida la dedico a hacer el bien sin mirar a quien, hables con el que hables siempre te dicen lo mismo: “Tu Mamá es un alma de Dios.”
Recordamos sus frijolitos con queso menonita, sus tortillas de maíz hechas a mano, sus tamales en navidad, su menudo sabroso cocinado a fuego lento. En Fort Stockton, Texas, le pagaban a mi Papa cada mes, para entonces solo nos quedaba frijoles, y tortillas con mantequilla.
Pero se aseguraba pagar hasta el último penny, aun si otra vez nos quedábamos sin dinero por un mes, y se las arreglaba para sacar a pagos, zapatos, pantalones, vestidos, camisas, para cada uno de sus hijos e hijas, para que fuéramos a la escuela.
Venir para Estados Unidos fue muy difícil para ella. Dejo atrás sus hermanas, su hermano, sus tíos que la criaron al morir su mamá. Aquí se enfrento a una sociedad hostil y racista.
Sin embargo, nunca permitió que Estados Unidos la cambiara, siguió cultivando a sus hijos aun en este lugar inhóspito y los alentó para competir en los mas altos niveles educativos, y con orgullo vio como todos sus 8 hijos e hijas se convertían en profesionales.
Le encantaba vivir a pesar de sus dolores de artritis, le encantaba siempre saber que hacían sus hijos, le alegraban sus triunfos y le dolía sus tropiezos y su puerta siempre estaba abierta para los hijos pródigos.
Estar en California y tener su casa propia con mi papa fue como un sueño hecho realidad. Nunca había tenido casa propia y finalmente logro asentarse en un nido y ver crecer a sus hijos que tanto amo.
Sin educación formal mas allá del sexto año llegó a ser directora de mesas directivas y negociar a nivel estatal con el estado de California para que todo migrante lograra aprender inglés durante la amnistía.
También organizo a su comunidad en la nueva ciudad de Chino Hills, a proveer ruta de camiones escolares para los niños del barrio en Los Serranos, California.
Pero sobre todo irradiaba el amor y el respeto donde quiera que se encontraba..
Nuestra Mamá sin embargo, no solo fue mamá para nosotros sus hijos; de una manera u otra fue Mamá de toda persona que se cruzaba en su camino, porque trasmitía ese cariño con su mirada, con su voz, con su energía, que solo una madre puede trasmitir.
Hacia el bien sin mirar a quien, y pagaba con bien aun si a veces le pagaban mal.
Cuando partió este 16 de Mayo del año 2021 se fue en paz y con tranquilidad interior, de la misma manera que vivió su vida.
Yo llegue un par de horas tarde después de su partida pero su rostro solo parecía como si estuviera dormida, la tranquilidad de su alma todavía persistía en su aura y sentí una tranquilidad como solo se siente en la casa de una madre, donde puede uno cerrar los ojos y dormir sin preocupaciones, sin miedos, sin zozobras porque uno sabe que allí esta su madre cuidando de su sueño para que ningún mal pueda caer sobre sus hijos queridos.
Estoy seguro que desde el otro lado sigue cuidando no solo de sus hijos sino de las familias que fueron parte de su comunidad por la que tanto lucho en la vida.
Fue ella la que me dio el valor para enfrentar a tiranos como el sheriff Joe Arpaio, o sistemas represivos; nunca me dijo no lo hagas, simplemente me decía: ten cuidado porque esa gente es muy traicionera.