La politización de la pandemia alcanzó un nuevo nivel luego que el Procurador General de Arizona, Mark Brnovich, está demandando al presidente Joe Biden y su administración por el mandato de vacunas implementado recientemente para empleados y contratistas federales, así como empresas con 100 o más trabajadores.

La oficina del Fiscal General calificó el mandato en todo el país como “inconstitucional” en la primera demanda estatal presentada contra los protocolos de vacunación de la administración Biden.

“El gobierno federal no puede obligar a las personas a recibir la vacuna COVID-19. La Administración de Biden está burlando una vez más nuestras leyes y precedentes para impulsar su agenda radical. No puede haber una discusión seria o científica sobre contener la propagación de la pandemia que no comience en nuestra frontera sur”, dijo Brnovich.

El Fiscal dijo que Biden “no es un rey” y llama al mandato de la vacuna “una de las mayores infracciones a las libertades individuales, los principios del federalismo y la separación de poderes jamás intentada por un presidente estadounidense”.

“Este sería un paso devastador hacia la nacionalización de nuestros sistemas de salud y fuerza laboral privada, y erosionaría enormemente las libertades individuales”, agregó Brnovich en un comunicado.

Biden criticó duramente a las decenas de millones de estadounidenses que aún no están vacunados, a pesar de meses de disponibilidad e incentivos, cuando anunció por primera vez el mandato a principios de septiembre y al menos 100 millones de personas que se han negado a tomar la vacuna, podrían verse afectados.

El gobernador Doug Ducey rechazó los planes de la Casa Blanca y no quiere que la administración Biden les diga a las empresas de Arizona qué hacer, además condenó el mandato nacional como un acto de “extralimitación” y acusó a Biden de “politizar” la pandemia.

El gobernador admitió que más ciudadanos deberían vacunarse, pero insistió en que el mandato nacional “dictatorial” de Biden, no era el mejor método para aumentar las tasas de vacunación del país.

“La gente no quiere que los obliguen a recibir esta vacuna y los gobernadores no le reportan a Joe Biden”, dijo Ducey.

“Joe Biden nos ha fallado en COVID. Se postuló para el cargo con la promesa de acabar con el virus, pero ha fracasado en esto, tanto como ha fracasado en la crisis fronteriza y en Afganistán. Así que ahora, el plan del presidente Biden es acabar con la libertad”, agregó.

Doug Ducey se ha mantenido en la controversia por su actuación frente a la pandemia, que es considerada por muchos como insuficiente y politizada al favorecer más las tendencias republicanas y forzar la reapertura, que los llamados de los expertos en salud.

Además de prohibir los mandatos de máscaras en las escuelas, Ducey presentó un plan para retener los fondos de las escuelas que promulgaron pautas de salud pública respaldadas por los CDC para proteger a los estudiantes, e incluso llegó a recompensar a las escuelas que ponen a los estudiantes en riesgo.

Ahora, los niños representan el 25% de todos los casos de COVID-19 en Arizona y las estadísticas muestran que más del 90 por ciento de los nuevos infectados no se han inmunizado.

Lo cierto es que mientras se politiza la pandemia, los casos siguen aumentando a ritmo acelerado; en el más reciente reporte oficial, Arizona contabiliza más de un millón de infecciones y 19,304 muertes, mientras que a nivel nacional van 42.4 millones de positivos y  664 mil fallecimientos.

Pese a todos los intentos y mandatos, el número de vacunados avanza muy lento en el estado, con 8 millones de dosis inyectadas, pero sólo 3.63 millones de personas completamente inmunizadas, para alcanzar apenas el 49.8% de la población, todavía muy lejos del 75% requerido para alcanzar la inmunidad colectiva.