En el transcurso de los últimos 18 meses, Arizona ha acumulado una de las tasas de mortalidad por COVID-19 más altas del país, en tanto la politización de la pandemia frena su combate y mientras los republicanos luchan contra los mandatos, los demócratas no dudan en responsabilizar al gobernador Doug Ducey por sus desaciertos y priorizar intereses políticos
Arizona se encuentra en el número 11 de los estados con las tasas de muerte más con 261 por cada 100,000 habitantes; al cierre de la edición se contabilizaban 19,584 fallecimientos, mientras que en el país se superan las 679,000.
A pesar de los esfuerzos de ciudades y condados, la tasa de vacunación rebasó apenas el 50% de la población, todavía lejos del 75% requerido para la inmunidad colectiva; pese a ello el gobierno de Arizona demandó a la administración Biden por imponer mandatos de inmunización y promulgó leyes para evitar la obligatoriedad de las máscaras.
Marco López, aspirante demócrata a la gubernatura de Arizona fue bastante crítico de las acciones de Doug Ducey.
“Este gobernador se ha enfocado en matar a más de 19 mil personas con su falta de liderazgo, su gobierno fracasado ha demostrado no preocuparse por la gente de este estado por buscar ambiciones políticas federales”, dijo.
Marco, quien ex alcalde de Nogales y también ex funcionario estatal y federal, señaló que la solución es la vacuna, pero la politización genera más desconfianza y provoca que los ciudadanos evadan inmunizarse.
“Ya deberíamos estar saliendo de la pandemia, pero con tanta personas sin vacunarse aumenta la preocupación de que esta ola que estamos viendo podría agudizarse con la llegada del invierno”, agregó
La alcaldesa Kate Gallego, por su parte se ha mantenido en constante lucha contra la pandemia, a pesar del que el Ayuntamiento no es una institución de salud, encabezando eventos de vacunación en diversos puntos de la ciudad.
“Lo que hacemos es tratar de evitarle trabas a nuestra comunidad y acercar los recursos, para que la falta de tiempo, la distancia o el transporte no eviten que las familias con más necesidad reciban la vacuna”, dijo Gallego.
Aunque la alcaldesa de Phoenix ha sido de las principales críticas de las acciones del gobierno del estado, bloqueando los mandatos sanitarios y hasta demandando al gobierno federal, se mantuvo ecuánime a éste respecto.
“Apoyamos la estrategia del presidente Biden y creemos firmemente en la ciencia que nos dice que la única forma de detener esta pandemia es mediante la vacunación”, señaló Gallego.
El presidente Biden estableció un mandato de inmunización obligatoria a empleados y contratistas federales e igualmente a las compañías con más de 100 empleados, lo que fue fustigado por los republicanos como un “acto tiránico” al afirmar que el tomar la vacuna es una decisión personal.
Lo cierto es que el 90% de las personas que se encuentran en éste momento hospitalizadas o que han fallecido a causa del COVID-19 en los últimos meses, no estaban vacunadas.
Igualmente la variante Delta ha demostrado ser más agresiva con los menores de edad, por lo que la enfermedad ha aumentado hasta en un 25 por ciento entre los niños.
“A medida que más personas den positivo y se infecten, especialmente aquellas que no han sido vacunadas, aumentará el riesgo de muerte”, dijo el Dr. Michael White, director médico de Valleywise Health en conferencia virtual.