En un vecindario del sur de Phoenix de casas adosadas de colores claros y pequeños jardines frontales, algunas de las carreteras están recubiertas con un sellador gris claro ¿La razón? Para ver si puede frenar el aumento de las temperaturas en una ciudad que se calienta rápidamente.
Durante el año pasado, el Ayuntamiento ha estudiado la eficacia de este sellador reflectante destinado a reducir la absorción de calor en el clima urbano, un fenómeno conocido como efecto isla de calor.
La prueba está lejos de terminar, pero los hallazgos iniciales sugieren que el tratamiento puede ayudar a reducir las temperaturas de manera efectiva y Phoenix no es la primera ciudad en probar este sellador, pues Los Ángeles comenzó a realizar pruebas en 2015.
El asfalto, los edificios de hormigón y otras infraestructuras retienen el calor del sol y lo vuelven a emitir. El pavimento reflectante reduce la cantidad de calor absorbido, lo que luego disminuye la cantidad de calor emitido por la noche que eleva las temperaturas nocturnas. Esto es especialmente importante dado que Phoenix es una de las ciudades de más rápido calentamiento del país.
De 1970 a 2018, Climate Central descubrió que la temperatura de la ciudad aumentó 4,35 grados Fahrenheit y las muertes causadas por el calor en Arizona también aumentaron de 83 en 2015 a 313 en 2020, según el Departamento de Salud y Seguridad.
Abordar el calor excesivo, que es el asesino número uno relacionado con el clima en los Estados Unidos, se ha convertido en el foco de atención de los funcionarios de la ciudad.
El proyecto piloto es una asociación entre investigadores de la Universidad Estatal de Arizona, el Departamento de Transporte y Calles de Phoenix y la Oficina de Sustentabilidad de la ciudad.
Heather Murphy, portavoz del Departamento de Transporte y Calles, describió el sellador como un “protector solar para las carreteras”.
El pavimento frío es un tratamiento de asfalto gris claro no tóxico que se aplicó a 36 millas de carreteras alrededor de la ciudad y al lote en Esteban Park en Calle y Roeser Road.
“Las pruebas mostraron que el material se está desempeñando según lo diseñado, lo que resulta en temperaturas de superficie más bajas y menos retención de calor”, dijo Murphy.
El estudio mostró que las temperaturas de la superficie durante las horas de la tarde promediaron de 10,5 a 12 grados Fahrenheit más bajas que las del asfalto tradicional, mientras que las temperaturas del subsuelo se redujeron en 4,8 grados.
El estudio de Phoenix también encontró que la experiencia humana de la exposición al calor durante las horas de la tarde fue en realidad 5.5 grados más alta debido a la luz solar reflejada, aunque esa temperatura podría ser menos alarmante de lo que parece.
Para medir cómo los peatones, los trabajadores al aire libre y las personas sin refugio experimentan el calor, los investigadores solicitaron la ayuda de MaRTy, un dispositivo meteorológico desarrollado en ASU; los investigadores mueven el robot en un carrito para detectar la radiación de onda corta, como la luz solar, y la radiación de onda larga, que es el calor emitido por las superficies. El nombre MaRTy proviene de su función de medir la temperatura radiante media.
Jennifer Vanos, investigadora de la Universidad Estatal de Arizona y coautora del estudio del pavimento frío, dijo que las mediciones no significan necesariamente que las carreteras aumenten la temperatura de los peatones.
“Nadie camina por el medio de la calle en medio del día”, dijo.
El calor que proviene del pavimento frío es comparable a caminar sobre una acera de concreto, dijo Vanos, y no hay una mayor preocupación por las enfermedades relacionadas con el calor.
Pero los resultados positivos no la convierten en una solución general para abordar el aumento del calor en la ciudad. Las ubicaciones en las que se aplica el pavimento frío influirán en su funcionamiento.
“Donde la gente disfruta del tiempo al aire libre en los vecindarios es donde es más probable que se use, áreas con menos sombra y menos edificios donde sería más útil”, dijo Murphy.
El proyecto tiene un largo camino por recorrer, pero Vanos y Murphy siguen siendo optimistas sobre los estudios futuros aun falta determinar si el sellador de asfalto gris dura tanto como los selladores negros tradicionales y un segundo hito serán los efectos de un menor estrés térmico en las carreteras.
“Entender si esto ayuda con la preservación del pavimento porque se reducen las temperaturas del subsuelo”, dijo Vanos.
Y su última pregunta clave: “¿Cuánto tiempo permanecerá reflexivo?” y es que las capas de sellado típicas duran de cinco a siete años.
También evaluará lo que denominaron “pavimento frío 2.0”, un sellador de asfalto más oscuro pero más reflectante y es que el gris más oscuro podría ser un factor clave para los residentes por múltiples razones, pues el cambio en el color de la carretera creaba un resplandor levemente molesto al conducir.
Lo bien que envejece es importante para los investigadores y el estudio mostró una reducción en la reflectividad con el tiempo, por lo que monitorear la durabilidad y longevidad será vital para comprender si el tratamiento es un proyecto viable de mitigación del calor. Es especialmente importante determinar si los beneficios compensan el costo adicional.
El sello frío es un poco más caro que las capas de sellado tradicionales y durante una presentación en video de los resultados, Rubben Lolly, un administrador de proyectos especiales del Departamento de Transporte y Calle, dijo que es una cuestión de centavos más por metro cuadrado. También expresó su confianza en que los beneficios del ciclo de vida superarán los costos adicionales.