De diferentes formas y por distintos medios, cada año al aproximarse la temporada del calor, las advertencias a los migrantes son las mismas: el desierto no perdona, así que no se les haga fácil intentar evadir la vigilancia de la Patrulla Fronteriza internándose en áreas remotas para ingresar a los Estados Unidos de forma indocumentada, pues corren el riesgo inminente de morir a causa del intenso calor.

Cada uno por su cuenta y también de manera coordinada, los gobiernos norteamericano y mexicano, llevan a cabo una intensa campaña en ambos lados de la frontera, para advertir a los que buscan el llamado sueño americano que cruzar por el desierto de Arizona los podría  llevar a una muerte segura.

“Muchas de esas personas, sobre todo los que provienen del centro y sur del país (México) no tienen noción de las condiciones y mucho menos de las temperaturas del desierto, así que no están preparados para realizar esas travesías y exponen gravemente su vida”, afirmó teóricamente Lilian Córdoba Vázquez, Cónsul de Protección.

Hizo un llamado a sus connacionales mexicanos, y a los migrantes en general que a diario arriban a la frontera con la intención de entrar a Estados Unidos por el desierto, a que la piensen más de una vez y mejor no arriesguen su vida.

“No vale la pena; y en caso de que sean abandonados o estén extraviados no duden en llamar al 911 o pedir ayuda desde las torres que tiene la Patrulla Fronteriza en el desierto. Mil veces mejor que sean rescatados o detenidos a perder la vida”, enfatizó la funcionaria del Consulado General de México en Phoenix, en entrevista con PRENSA ARIZONA.

En el mismo tenor se pronunció el agente Jesús Basavilbaso, portavoz de la Patrulla Fronteriza en el Sector Tucson advirtiendo a los migrantes: “No se arriesguen; si se vienen de forma irregular lo más seguro que los vamos a arrestar, y si cruzan por el desierto les puede ir peor porque el desierto no perdona”.

No confiar en los coyotes

Tanto la Cónsul Lilian Córdoba como el agente Basavilbaso piden a los migrantes no confiar en los “polleros”, a quienes describen como sujetos sin escrúpulos que los tratan como objetos de negocio, como una mera mercancía.

Dijo la funcionaria consular: “Tal vez no es la comparación adecuada, pero los traficantes venden su ‘servicio’, pero no tienen escrúpulos y casi siempre mienten prometiéndoles que caminaron unas cuantas horas, pero al final la travesía tarda varios días”.

Advirtió que a los traficantes no les importa dejar en el desierto a los que no pueden continuar y siguen avanzando con los que sí pueden, abandonando a los primeros a su suerte, lamentablemente en muchas ocasiones con consecuencias fatales.

Esto mismo advierte el vocero de la Patrulla Fronteriza, Jesús Basabilbaso: “Los traficantes venden a los migrantes el sueño americano y se lo venden muy caro, muchos pagan el precio con su vida misma y eso es trágico”.

Ambos entrevistados señalaron que no hay cantidad de agua suficiente para que alguien pueda aguantar una travesía tan larga por el desierto con hasta 115 grados de temperatura.

Insistieron en que los “coyotes” casi siempre les dicen que con uno o dos o tres galones la van a hacer, pero a las pocas horas se vienen quedando sin agua, por lo que muchos acaban deshidratados,

Los representantes de ambos gobiernos aconsejan a los migrantes que si son abandonados o están extraviados, utilicen inteligentemente su teléfono y de inmediato llamen al 911 o acudan a una torre de la Patrulla Fronteriza antes que se quede sin batería.

A quienes ya están establecidos en este país los entrevistados les aconseja reconsiderar este tipo de situaciones antes de alentar a sus familiares o amistades a venir a Estados Unidos de manera indocumentada y menos a poner en riesgo su vida cruzando por el desierto.

“Esa es una decisión personal y cada quien tiene sus razones muy particulares, pero de ninguna manera permitan que sus familiares arriesguen su vida entrando por zonas inhóspitas”, expresó la Cónsul Córdoba Vázquez.

“NO alienten a sus familiares a que se vengan de manera irregular a los Estados Unidos, los coyotes solo quieren su dinero y no les va a importar poner en riesgo su vida.

Muertes a la alza

De acuerdo a cifras de la Oficina del Médico Forense del Condado Pima, suman cientos de personas, tanto hombres como mujeres, que han perecido en el desierto de Arizona por cruzar de forma indocumentada a los Estados Unidos.

En este año fiscal ya suman 22; en el 2021 se reportaron 226 decesos y 223 en el 2020. Cada año los fallecimientos de migrantes superan el centenar y casi llegan a los 200, quienes tienen una penosa muerte por el intenso calor.