Ashley y Lance Crandell sostienen en cada brazo a sus cuatrillizos Wesley, Emma, Leah y Nora. Los acompaña Isla, su primera hija, de 5 años y quien luego les ‘ayuda’ con los bebés que lloran porque tienen hambre.
Y así es la dinámica en su hogar desde que le dieron la bienvenida a sus cuatrillizos.
Después de tener a su primera hija, Ashley y Lance Crandell querían tener más. Lucharon por un embarazo y se sometieron a un tratamiento de fertilidad.
La sorpresa fue cuando les dijeron que tendrían cuatro nuevos miembros en su hogar.
Pensaron que uno de los cuatrillizos había muerto
“En nuestro primer ultrasonido, el técnico cargó cuatro sonogramas separados en la pantalla”, recordó Ashley.
“Me tomó un minuto procesar que nos estaba mostrando cuatro bebés. Una vez que nos dimos cuenta, mi esposo y yo estallamos en risitas de pánico”, confesó.
Esas risitas de pánico se convirtieron en vítores y lágrimas de felicidad cuando la pareja compartió la noticia con sus amigos y familiares. En lo que sus invitados pensaron que era una fiesta de revelación de género, los Crandell abrieron una caja solo para que saliera un globo :”cuatro”.
“Tuvimos un embarazo muy tranquilo, al principio. A las siete semanas, aproximadamente, pensamos que habíamos perdido a uno de ellos. Así que pasamos un poco de tiempo pensando que sólo había tres bebés y que habíamos perdido uno de ellos muy pronto. Pero luego, unas semanas más tarde, volvimos para un chequeo y los cuatro latidos eran fuertes”, expresó Ashley Crandell en entrevista con Univision Arizona.
“¡Son una bendición! Tener estos bebés es una experiencia maravillosa”, agregó su pareja, Lance. “Están muy saludables. Tener estos bebés nos puso a prueba, pero hemos aprendido a través de la experiencia y seguimos aprendiendo cosas nuevas”, destacó.