El presidente Donald Trump fue invitado a hablar en la conferencia anual de la Asociación Nacional del Rifle  (NRA por sus siglas en inglés) y fue muy claro su apoyo a esta organización durante su participación.

En Estados Unidos, año tras año, suceden muertes ocasionadas por armas de fuego y, los ataques a escuelas, se están llevando a cabo con más frecuencia.

A pesar de lo anterior el gobierno no hace nada para detener esta escalada de violencia que no deja más que familias fragmentadas y destrozadas por el dolor.

2018 se convirtió en uno de los años con más asesinatos con armas de fuego. A continuación les incluyo un resumen de los ataques perpetrados solamente en escuelas y en los que, una o más víctimas, perdieron la vida.

23 de enero – Kentucky

El tiroteo sucedió alrededor de las 8:00 hora local en la Escuela Secundaria del Condado de Marshall en Benton, una localidad ubicada unos 210 kilómetros al noroeste de     Nashville, Tennessee, según publicó en Twitter la Policía Estatal de Kentucky. Un estudiante de 15 años fue detenido luego de que dos personas murieron baleadas y otras 19 resultaron heridas en el ataque.

14 de febrero – Parkland, Florida

Uno de los ataques más sangrientos. Un ex estudiante de escuela Marjory Stoneman Douglas High School  perpetró una masacre dejando al menos 18 muertos y cerca de 12 heridos. Este ataque superó al de Columbine en cuanto a víctimas fatales.

18 de mayo – Santa Fe, Texas

Se registró un tiroteo mortal en el colegio “Santa Fe High School” en la localidad de Santa Fe,  al Sur de Texas, donde un muchacho de 17 años llegó poco antes de las 7:45 a su escuela armado con una escopeta, una pistola y varios artefactos explosivos. Vestía una camisa negra con la leyenda “Nacido para matar”.  Dejó a10 muertos y una docena de heridos.

   Los ataques anteriores sucedieron solamente en 2018 y, como expliqué al principio, fueron perpetrados en escuelas. No tomé en cuenta los accidentes y asesinatos que se cometen día a día por todo el país.

   Pero a muchísimos políticos parece no importarles. Las  contribuciones multimillonarias que hace la NRA a sus campañas los mantiene inmunes al dolor y a la tragedia de nuestro entorno.

   Los que defienden a esta organización argumentan es que “las armas no son malas ni peligrosas, los portadores son los responsables de su uso”.

   Los que están en contra dicen que debería de haber un control, además de la verificación de antecedentes, que permita saber con exactitud quiénes son las personas que las adquieren.

   Y, como en todo, el voto decide siempre los destinos del país y asociaciones con la NRA gastan miles de millones de dólares en campañas políticas y de publicidad para seguir moviendo sus agendas dolosas y seguir vendiendo sus productos a pesar de la pérdida de vidas.

   YA BASTA.