Visita de Doctor
A.C. MARIN, M.D.
La naturaleza y sus cambios climáticos nos ofrecen beneficios y maleficios, la mayoría de estos cambios nos dan la oportunidad de planear durante la primavera y el verano las esperadas vacaciones, viajes, la playa, las montañas, acampar, hacer deporte, en fin la relajación.
Sin embargo también nos traen los espectros de la rinitis alérgica, la polución y sus problemas respiratorios, las quemaduras de la piel por la exposición al sol, las picaduras por los insectos, los problemas gastrointestinales, el golpe de calor y además lo más trágico la muerte por inmersión en la población infantil.
El ahogamiento en ríos, playas, lagos y principalmente en el hogar en donde la falta de atención desencadena una serie de eventos trágicos que ni el tiempo ni la distancia borran el suceso en la mente de los familiares.
El ahogamiento de niños es de las pocas muertes que se pueden prevenir en su totalidad, sin embargo el año pasado 17 niños se ahogaron en Arizona a pesar de las medidas preventivas que se aplican cada año; también hubieron muchos otros casos de daño cerebral permanente en los pocos que se pudieron “salvar”.
Al presente, ya se han reportado mas de una docena de muertes y aún no iniciamos el verano, es necesario empezar a implementar las recomendaciones de las autoridades para evitar ser parte de las estadísticas.
En mi experiencia personal y viniendo de una familia de nadadores, lo más recomendable es que usted lleve este verano a sus hijos a aprender a nadar, existen diversos programas que ofrecen clases gratis a niños de corta edad que en poco tiempo aprenden a flotar y desplazarse en el agua. Las rejas, cercas y los flotadores no son suficientes sólo ofrecen seguridad parcial.
Por otro lado, si usted es un adulto, toma alcohol y no sabe nadar, no se meta ni en los ríos ni en los lagos, mejor trate otro tipo de actividades y su familia se lo agradecerá.
Durante el verano, el Ayuntamienti ofrece seminarios, programas de resucitación pulmonar, recomendaciones múltiples de cómo prevenir las muertes por inmersión poniendo cercas o rejas alrededor de las albercas para evitar el acceso libre a éstas, mantener puertas y ventanas cerradas si están próximas al agua y sobretodo mantener la atención permanente en nuestros hijos mientras estén en el agua, evitar celulares y televisiones durante este tiempo.
Tanto las albercas públicas como privadas ya están en uso por lo tanto es necesario concientizarse, aplicar las recomendaciones y mantener a su familia a salvo de una tragedia.
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