Salvador Reza
Phoenix, Aztlán
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(Donde vive el espíritu de la verdad)
La Música es un reflejo de nuestras culturas. No hay movimientos sin música, aunque también la música es herramienta para enajenarnos de nuestra cultura y de nuestros verdaderos intereses como seres humanos.
La música de viento, los tambores, las flautas, los caracoles, (atecocolli) son los primeros instrumentos antes de la música de violín, guitarra, etc. Esos instrumentos reflejan el sonido del viento, del agua, la lluvia, la naturaleza misma. La música con instrumentos de cuerdas, aún si reproducen el sonido del viento con sus vibraciones, nos eleva en un nivel mental que aun si hermoso refleja la evolución de las sociedades donde se desarrollan.
Lo mismo pasa con la evolución de las canciones que acompañan la música o la música que acompaña las canciones. En un tiempo el romancero español se componía de 16 sílabas y cuando lo adaptaron los mexicanos lo convirtieron en 8 sílabas y lo hicieron corridos. Por ejemplo la canción del “Hijo Desobediente” en su version Romancero rezaba. “Un domingo andando errantes se encontraron dos mancebos.” El corrido lo corta en la mitad y dice.
”Un domingo andando errantes,
Se encontraron dos mancebos”
Es la misma historia, con la misma moraleja, pero reflejan la evolución de la sociedad y de la cultura donde se desarrollan. La moraleja es la misma, la expresión es diferente.
El primer corrido reconocido como corrido mexicano es la canción de los “500 Novillos”, que habla de las corridas de ganado desde Chihuahua hasta Kansas City, donde arreaban el ganado varias semanas hasta llevarlos al ferrocarril que los llevaría a los rastros de Nueva York o Chicago. Es una valoración del vaquero que al fin de cuentas antecedió al Cowboy y en realidad trajo el arte de andar a caballo y manejar el ganado a los famosos cowboys. Este corrido fue compuesto por Don Filemon Barrio, “El Caporal.” cuya descendencia todavía vive en el Rancho del Sauz afuera de Chihuahua.
Muchos de ellos todavía guardan su tradición Apache.
Hoy en día la juventud desafortunadamente y con mucho talento cantan las canciones comercializadas por radio, televisión, y la industria de la música. Muchas de estas canciones alaban el narco, e ignoran o se olvidan que el corrido se produjo para dar las noticias de la revolución mexicana, de los acontecimientos sociales del momento. Sin embargo pocos son los corridos que reflejan el vivir de las luchas de nuestro pueblo. No se venden dicen los promotores de la música. Los Tigres del Norte de vez en cuando sacan un corrido como “Cuando Gime La Raza” pero no suena en el radio y se muere en cassettes o en discos ya no viables como mensaje.
Aun menos se oyen las canciones del 68 con Jose de Molina, o Victor Jara que fue torturado por Pinochet en Chile durante el golpe de estado orquestado por Estados Unidos. Aun canciones como “Los Techos de Carton” causan mucha controversia y ni Univision, ni Televisa, ni Estrella TV, promoverán canciones que resuenan en las conciencias apabulladas de nuestros pueblos. Mucho menos música y canciones que levanten conciencia de nuestras raíces milenarias. Eso nos toca a nosotros utilizando las redes sociales.