Imagina esto: Tu hijo se graduó recientemente de la escuela secundaria y planea asistir a la universidad. Él o ella ha sido bendecido con una oportunidad por la que oraste desde que viniste a este país. Una noche, deciden ir con sus amigos a una fiesta y les pides que se aseguren de estar en casa antes de la medianoche.

Son las 12:01 am y no han regresado rezas para que todo esté bien y que no haya pasado nada malo y de repente, recibes una llamada telefónica, un oficial con voz seria te dice que tu hijo está en la cárcel del Condado por conducir ebrio.

Tus temores se han hecho realidad.

Corres a la Cárcel del Condado con un amigo de la familia y encuentras a tu hijo llorando. Rezas para que no haya pasado nada malo, pero lo peor viene cuando te vas con ellos esa noche: Tu hijo, ahora está acusado de un DUI y su DACA se da por terminado. El futuro de tu hijo de ir a una buena escuela, tu sueño de verlo triunfar, ahora está aplastado por un error que cometió siendo joven.

Esta es la triste realidad que muchos padres han enfrentado desde que se estableció DACA durante el mandato del Presidente Obama, un programa que brinda a los niños que vinieron a los Estados Unidos, la oportunidad de permanecer en el país y continuar su educación siempre y cuando no rompan ciertas reglas.

Si su hijo es un receptor de DACA, no puede ser 1) Condenado por un delito grave,  2) Un delito menor significativo,  3) Tres o más faltas, y 4) No ser una amenaza para la seguridad nacional o la seguridad pública.

Un delito grave es un delito federal, estatal o local que se castiga con pena de prisión de más de un año. Un delito menor significativo está definido por la ley federal cuando la persona está en la cárcel entre 5 y 365 días.

La persona debe haber cometido un delito que involucre lo siguiente: 1) Violencia domestica 2) Abuso o explotación sexual 3) Robo 4) Posesión ilegal o uso de un arma de fuego 5) Distribución o tráfico de drogas (vender o comprar drogas) 6) Conducir bajo la influencia (Conducir ebrio)

Si una persona no cometió ninguno de los delitos mencionados anteriormente, pero ha estado en la cárcel por más de 90 días, eso también se considera un delito menor significativo. Un delito menor es cualquier delito en el que la persona cumple menos de 90 días que no figura en los delitos anteriores.

Manejar bajo la influencia es un delito menor significativo e independientemente de cuánto tiempo pase una persona en la cárcel, terminará la renovación de DACA de su hijo.

Recientemente, hubo un caso llamado Inland Empire – Immigrant Youth Collective vs. Nielson en el que a los beneficiarios de DACA se les negaron las renovaciones de DACA porque fueron acusados ​​de un delito pero no fueron condenados.

El tribunal dijo que si una persona es acusada de un delito, no perderá su DACA a menos que sea condenada por ese delito. Por lo tanto, si recibió una citación, un aviso de comparecencia ante el tribunal o cualquier cosa que pueda afectar negativamente a su DACA, se le brinda la oportunidad de discutir y proteger su renovación de DACA.

Tuvimos un cliente al que se le negó la renovación de DACA porque fue condenado por un delito menor significativo. No deseamos que nada como esto le pase a nadie, especialmente a nuestros niños que tienen DACA o que están renovando su DACA para su educación.

Es importante que les diga a sus familias, a sus hijos, a sus amigos, a sus comunidades y a sus líderes religiosos que cuiden de sus hijos, que les expliquen que ahora mismo, cualquier cosa que hagan en contra de la ley puede hacerles mucho daño a sus futuros. Conducir ebrio, robar de la casa de alguien, vender o comprar drogas, o hacer algo ilegal, dañará su futuro. No dejes que sufran como muchos otros individuos que ya han perdido su DACA. Es hora de que crezcan, porque esa es la única manera de sobrevivir en esta sociedad y tener un futuro en el que has trabajado tan duro para ellos.

La manera mejor de evitar las consecuencias negativas de delitos por los receptores de DACA y sus familias es no hacer delitos en el primer lugar y no asociarse con gente que hace delitos.

Patricio Smith y Spencer Lee son abogados del bufete bilingüe de Smith Alston & Lee que ha servido la comunidad Hispana en Arizona por mas de 30 años con integridad, honestidad y resultados excelentes. Se dedican a los casos de accidentes automovilísticos y los casos de inmigración.

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