Salvador Reza
Phoenix, Aztlán
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(Donde vive el espíritu de la verdad)
Si quieres ver a los políticos brincar, promueve leyes que ponen en peligro el dinero de sus amos. Un político te aguanta protestas masivas como es el caso de la SB1070 en Arizona, o las marchas millonarias del 2006 en contra de las propuestas de inmigración. Lo que no aguantan son acciones que afectan los intereses corporativos o sindicales de quienes eligen y los mantienen en puestos políticos de prestigio y aparente poder sobre la ciudadanía mediatizada por los medios al servicio de las corporaciones.
Las leyes antiinmigrantes en Arizona cesaron de ser empujadas por los legisladores cuando Arizona sufrió el boicot más fuerte en la historia del estado, que desplomó la economía y congeló el crecimiento, en contra del estado en el que reinaba el senador Russell Pearce y el alguacil Arpaio; la Cámara de Comercio utilizo su influencia y frenó a los Republicanos aislando a Russell Pearce para destituirlo y ponerle freno al caballo desbocado de Joseph Arpaio.
Ahora vemos la reacción del Concilio de la Ciudad de Phoenix cuando los intereses económicos de los contratistas, los sindicatos, y las grandes empresas de la construcción se ven amenazadas por la Proposición 105, que frenaría la expansión del tren ligero al Sur de Phoenix y el resto de la ciudad.
Tenemos a todos los concejales supuestamente elegidos para defender los derechos de la comunidad urgiendo a la ciudadanía que vote a favor de un tren innecesario. Aun concejales que lucharon en contra del tren ligero antes de ser candidatos ahora abogan por un proyecto que destruirá la comunidad que tanto pretenden ayudar; los intereses de los pequeños comerciantes y los residentes de Sur Phoenix salen sobrando.
¿Por qué el cambio? ¿Será que se comen el argumento que mejoraría Sur Phoenix, o será que los intereses adquiridos por las donaciones de los millonarios les nublan la vista? Todo lo que tiene uno que revisar son las donaciones de campaña que han recibido para entender porque lanzan una campaña en contra de la misma comunidad que los eligió.
El Tren Ligero implica billones de dólares para los arquitectos, las constructoras, los abogados, las corporaciones, la universidad, pero también implica la desaparición para siempre de panaderías, supermercados, restaurantes, peluquerías, llanteras, ferreterías y pequeños negocios que votaron por los mismos candidatos que juraron defenderlos; candidatos, que ahora se venden al patrón de la finca que les dio trabajo de mayordomos para servir al patrón que los mando llamar para controlar los peones alzados, porque al fin y al cabo como dice el dicho: “Pa’ los toros del Jaral, los caballos de allá mismo.”
Los Comités de Defensa del Barrio le pedimos que no se deje nublar la visión y Vote Si en la Proposición 105 para frenar la destrucción de Sur Phoenix por un tren descarrilado por bandidos disfrazados de Llaneros Solitarios, que esconden su rostro detrás de una mascara aparentando ayudarnos para después despojarnos de nuestros negocios, nuestra comunidad, nuestra existencia misma como pueblo en el Sur de Phoenix y por donde se extiende el Tren Ligero.
