El constante ataque a la comunidad migrante se ha endurecido a medida que se intensifica la campaña de reelección del presidente Donald Trump, desde el muro, hasta la posibilidad de negar la ciudadanía a recién nacidos de padres extranjeros en territorio estadounidense.

“Estamos estudiando muy seriamente el derecho a la ciudadanía por nacimiento”, ha asegurado este miércoles en la Casa Blanca el presidente Donald Trump, retomando así su deseo de contravenir la Constitución.

Aunque el Presidente no ha detallado su plan, no es la primera vez que expone la idea ya el año pasado planteó la posibilidad de firmar una orden ejecutiva.

“Somos el único país del mundo donde una persona viene, tiene un bebé, y el bebé es prácticamente un ciudadano de Estados Unidos, con todos sus beneficios, es ridículo y tiene que acabar”, dijo Trump.

“Está en proceso, definitivamente puedes hacerlo con una ley en el Congreso, pero ahora están diciendo que puedo hacerlo solo con una orden ejecutiva”, añadió.

Trump ya prometió esta medida durante su campaña en 2016, pero la enmienda constitucional  número 14, protege este derecho: “Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de los Estados Unidos y del estado donde residen”.

Para cambiar la Constitución no basta una orden del Presidente o una ley aprobada por el Congreso: es necesaria que esta ley sea validada por dos tercios de la Cámara de Representantes (de mayoría demócrata) y del Senado (republicano), y que luego sea ratificada por dos tercios de los 50 estados.

La enmienda 14, promulgada en 1968, deja sin embargo abierto un espacio de debate por la frase “y sujetos a su jurisdicción”, puesto que podría significar que los bebés de inmigrantes indocumentados o de extranjeros no tienen ese derecho, según algunos expertos.

Pero si Trump aprobara una orden presidencial y ésta fuera llevada ante la Corte Suprema de nuevo, un nuevo dictamen podría cambiar esta interpretación de la Constitución.

Detención indefinida

Por otra parte, las familias migrantes que cruzan ilegalmente la frontera sur podrían ser detenidas indefinidamente bajo una nueva regulación  que reemplaza el Acuerdo Flores, que establece un límite sobre cuánto tiempo el gobierno podría mantener a los niños migrantes bajo custodia.

La medida fue anunciada por el Secretario Interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, y entrará en vigencia en 60 días y se espera que enfrente un desafío legal.

Los funcionarios de seguridad nacional creen que los límites de tiempo en las detenciones de familias migrantes han impulsado el aumento de centroamericanos que cruzan la frontera hacia los Estados Unidos este año.

Argumentan que la nueva regulación contrarrestará la creencia de que traer niños a los Estados Unidos es “un pasaporte” para ser liberados de la detención después de un corto período.

Su objetivo es reemplazar un acuerdo judicial de décadas de antigüedad, conocido como el acuerdo de Flores, que limitó el tiempo que el gobierno podía mantener a los niños migrantes bajo custodia y especificó el nivel de atención que deben recibir.

Una decisión legal de 2015 sobre este tema especificó que los niños deben permanecer detenidos por no más de 20 días.