Valeria Fernández

Periodista

@valfernandez

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Quisiera que al nacer tuvieras la oportunidad que tuve yo. Llegué a un pequeño país en el cono sur donde desde los 6 años podía caminar sola con mi bebé de juguete para ir al almacén como le decimos en Uruguay o tienda de abarrotes en México. Y nunca me pasó nada.

Cuando fui creciendo sí es cierto que camino al liceo (o preparatoria) con la penumbra de una mañana invernal que empezaba muy tarde y el viento empecinado del Río de la Plata tenía miedo que algún pervertido me siguiera. Curiosamente eso pasó mucho después a plena luz del día y por suerte sigo viva y no me lastimaron más que dejarme con profundo temor a la oscuridad.

En Uruguay aprendí a cuidarme, a mantenerme lejos de los amotinamientos de personas en la calle y dentro del autobús donde además de robarte siempre alguna mente podrida intentaba tocarte por ser mujer y por que podían. Pero nunca tuve que practicar esconderme debajo de la mesa de mi escuela, ni salir de clase con alguna alarma simulando una situación de emergencia por una balacera, eso que hoy sucede con los niños en Estados Unidos. Y que francamente me recuerda a las prácticas de emergencia en caso de un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial.

Me pregunto si cuando vayamos al supermercado juntos me las pase mirando frenéticamente por cuál salida de acceso podemos escaparnos más rápido como quien trata de ser consiente de qué se le puede caer encima en la zona de un terremoto. Pensando una y otra vez en esa pareja joven de papás que fueron con su bebé de 2 meses a Walmart de El Paso a comprar cosas para el cumpleaños de su hermanita de 6 años y nunca regresaron. Me pregunto si te cuidaré demasiado porque parece que vivimos en un país donde nos robaron la paz y tristemente ni siquiera estamos en tiempos de guerra. ¿O sí?

Cuándo lleves ese apellido combinado gringo y español (y seas tan pálido como tu papá y yo) y algún compañerito se burle de tu nombre y te diga que tienes que regresarte a México – donde posiblemente pasamos el fin de semana porque amamos México y nos sentimos más seguros ahí. ¿Cómo te voy a explicar que el racismo y el odio a veces empieza tan temprano como el jardín de niños? ¿Cómo te explicaré que esos niños que hacen bullying no nacen así, se hacen? ¿Cómo te explicaré quién eres, latino, gringo, uruguayo-americano, europeo, ser humano? Te pediré que me perdones porque no hice lo suficiente, aunque sí todo lo que pude para traerte a un mundo mejor. Te recordaré algo que pienso muy a menudo. Como dijo el sabio mago Gandalf al hobbit Frodo en el libro El Señor de los Anillos cuando se quejó de que le hubiese gustado no vivir para ver estos tiempos. No podemos decidir en qué tiempos vamos a vivir, lo único que podemos hacer es decidir qué haremos con el tiempo que nos ha tocado.

Te abrazaré fuerte, te querré todavía más y te mantendré bien cerca de mi corazón sin agobiarte, para que nunca te falte el amor y compasión que a tantos vuelca al odio y a la destrucción.

Valeria Fernández es una periodista independiente oriunda del mar de Uruguay, pero radicada en el desierto de Arizona desde hace 20 años. Para ella el periodismo es una forma de dedicarse a  vivir.