Luego que los estudiantes indocumentados o beneficiarios del Acta Diferida para Arribados en Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) fueran seriamente golpeados al negárseles la matricula estatal, ésta semana surgieron buenas noticias.

Ahora los graduantes de una preparatoria de Arizona pero que no califican para la matrícula dentro del estado pagarán de 9 mil y a 18 mil dólares anuales menos en las tres universidades públicas del estado, independientemente de su estatus migratorio.

La Junta de Regentes de Arizona (ABOR), el órgano rector de las tres universidades públicas del estado, votó para ampliar una política de 2015 que estaba destinada a cubrir a los estudiantes  conocidos como “soñadores”.

El cambio está destinado a cubrir a los estudiantes inmigrantes indocumentados y a los graduados de secundaria del estado que abandonaron Arizona, según ABOR.

La política, titulada “Tasa de matrícula para no residentes graduados de secundaria de Arizona”, establece un costo en 150 por ciento de la tasa dentro del estado.

Esta tasa de matrícula intermedia es más económica que el precio anual fuera del estado en aproximadamente 9 mil 300 dólares en la Universidad del Norte de Arizona (NAU), cerca de 12 mil 700 en Universidad Estatal de Arizona (ASU) y casi 18 mil 400 en la Universidad de Arizona (U of A).

La revisión aprobada el jueves elimina un requisito de “legalmente presente en Arizona” de la política original, que las universidades solían traer a los receptores de DACA pero no a otros jóvenes inmigrantes, según la portavoz de ABOR Sarah Harper.

El cambio significa que ahora más personas califican para la tasa de matrícula del 150, y es que se estima que al menos dos mil jóvenes indocumentados egresan de las escuelas preparatorias cada año y se quedan sin posibilidades de continuar sus estudios.

Según la nueva política, todos los estudiantes de pregrado son elegibles si asistieron a las escuelas secundarias de Arizona durante tres años, se graduaron de una escuela secundaria de Arizona y no califican para la matrícula estatal.

En los últimos años, los líderes empresariales de Arizona y algunos legisladores republicanos han argumentado que hacer que la educación superior sea más asequible para más estudiantes beneficiará a la economía de Arizona.

Cada año,  dos mil jóvenes sin un estatus migratorio se gradúan de las escuelas secundarias de Arizona, estimó un estudio del Migration Policy Institute.

Esos estudiantes pagan tasas significativamente más altas para asistir a las instituciones públicas de educación superior del estado, debido a que los votantes de Arizona aprobaron la Proposición 300 en 2006, que prohíbe a los residentes de Arizona sin un estatus migratorio legal ser elegibles para la matrícula en el estado.

Las personas sin estatus migratorio tampoco pueden solicitar ayuda financiera y préstamos estudiantiles, lo que significa que dependen principalmente de la asistencia privada para pagar la universidad.

Actualmente en las universidades públicas, la matrícula para los no residentes es más del doble de cara: para ASU es 2.7 veces más alta, en NAU es 2.4 veces más alta y es 3 veces más alta en U of A.