La chef Silvana Salcido Esparza, siempre ha destacado por su estilo sui géneris y su alta cocina, pero también por dar un paso al frente cuando más se necesita: cuando se realizó el paro de gobierno, ofreció alimento a los empleados federales que no estaban percibiendo sueldo y ahora con la pandemia de coronavirus, vuelve a la carga ayudando a los más necesitados.

Y es que su reconocido y laureado restaurante Barrio Café está sirviendo comida gratis al público todos los días después de las 5 p.m. según lo anuncia en sus redes sociales.

Esparza dijo que la comida es preparada por voluntarios lo suficientemente preparados para estar dentro de la cocina; las comidas son recién hechas y se entregan al público junto con comestibles.

“Estoy preocupada por mi prójimo, especialmente por la parte de la cordura y ese es mi llamado, ofrecer a éstas personas algo de dignidad al no tener que pararse en una fila de sopas o en un refugio para personas sin hogar”, dijo Esparza.

Esparza dio negativo al COVID-19 después de un viaje de trabajo a Europa en febrero, pero no es ajena a la crisis y fue de las primeras líderes en llamar al gobierno a tomar acciones para proteger a los pequeños negocios.

“Este virus que impactó a la sociedad puede quitarle todo a cualquiera, acabo de perder a alguien hace dos días que se suicidó”, dijo Esparza.

“Todo se derrumbó, matrimonio, trabajo todo se había ido, todos los problemas  junto con el alcohol, simplemente pierden a cualquiera”, afirmó la chef.

Ese dolor la mantiene usando su cocina, no con fines de lucro, sino con la comunidad.

Aunque están ofreciendo la comida, Barrio Café, ubicado en el 2814 al norte de la Calle 16 está aceptando donaciones, e incluso se puede dejar efectivo incluso sobre la cerca del patio trasero de su casa, justo detrás del restaurant, o haciendo cheques por cualquier cantidad pagaderos a Shamrock Foods y enviarlos direcamente a Silvana en el 1536 E. Windsor Ave. Phenix, AZ 85006.

Tradición arraigada

Salcido Esparza orgullosamente proclama que continúa con las tradiciones familiares de 800 años de panaderos mexicanos y ha viajado mucho por México explorando la comida y la cultura de su historia en las cocinas de las personas que la viven; su herencia se refleja en cada uno de sus restaurantes, en los artistas locales exhibidos en su decoración y, por supuesto, en su comida.

Cuando abrió Barrio Café, hizo viajes regulares a Tijuana para asegurarse de que su cocina solo tuviera las mejores carnes y verduras orgánicas para su menú, lo que reflejaba sus propios viajes por México.

Con el tiempo, formó asociaciones con agricultores locales que cumplieron con sus estándares para proporcionar los ingredientes crudos que ella transforma mágicamente en sus cocinas.