El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, en sus siglas en inglés) ha tumbado este lunes la sanción de la UEFA que dejaba al Manchester City, uno de los transatlánticos del fútbol del Viejo Continente, sin competiciones europeas para las dos próximas temporadas (2020-2021 y 2021-2022).
Este organismo considera que los citizens no incumplieron el fair play financiero con un exceso ficticio de ingresos publicitarios para poder fichar a más jugadores y que las irregularidades contables detectadas habían prescrito. El TAS también ha reducido la multa que debía pagar el City –propiedad del jeque emiratí Mansour bin Zayed Al Nahyan desde 2008–, que era de 30 millones de euros, y es ahora de 10. Ambas sanciones habían sido impuestas el pasado febrero por rebasar entre 2012 y 2016 el límite financiero, una norma de la UEFA que entró en vigor en 2011 para “mejorar la salud económica de los clubes europeos” y que implica que estos solo puedan gastar hasta cinco millones más de lo que ingresen en un periodo de evaluación de tres años.
El TAS –un órgano de arbitraje que dirime disputas en torno al deporte– considera que la sanción de la UEFA contra el City “debe ser anulada y reemplazada” porque la mayor parte de las infracciones detectadas por el máximo organismo del fútbol europeo prescribieron o el tribunal no las pudo demostrar. El órgano estima que el club inglés no camufló “fondos de capital” como “ingresos de patrocinadores”, pero sí cree que incumplió el artículo 56 de las regulaciones sobre licencias de clubes y fair play financiero y falló al cooperar con las autoridades: “No era apropiado prohibir la participación del Manchester City en las competiciones de la UEFA por el hecho de que el club no cooperara con las investigaciones”, dice la sentencia. El auto completo con toda la argumentación de la reducción de la sanción contra el equipo dirigido por Pep Guardiola se publicará en unos días, a no ser que las partes quieran que siga siendo confidencial, según una respuesta del TAS a este diario. El texto de este lunes, de solo una página y media, no desgrana uno a uno los incumplimientos detectados por la UEFA, sino que hace una evaluación general de los cargos y determina el fallo.
La decisión del TAS, tomada tras la mediación de un comité de tres abogados con las partes el pasado 8,9 y 10 de junio, llega a menos de un mes del enfrentamiento entre el Real Madrid y el conjunto de Pep Guardiola en el Etihad, el cruce de vuelta de los octavos de final de la Champions, que se disputará el 7 de agosto después de que los citizens ganasen en el Santiago Bernabéu por 1-2. En el partido de ida pasó algo parecido: el fallo llegó a solo 12 días del enfrentamiento en la capital española. La sentencia, esta vez, es una bocanada de aire a nivel deportivo y económico para el City, segundo clasificado en una Premier League ganada ya por el Liverpool, que ha hecho una inversión en fichajes de 1.845,03 millones de euros desde 2008, cuando el jeque Mansour bin Zayed compró el equipo, y que podía ver que sus estrellas se quedaban sin disputar la mayor competición continental de clubes las dos próximas temporadas si el TAS ratificaba la decisión de la UEFA.
Quedarse fuera de la competición hubiera supuesto para la entidad, que todavía debe renovar a Guardiola –termina contrato en junio de 2021–, perder unos 112 millones de euros anuales en ingresos, según un cálculo de Reuters. La exclusión también habría dejado en el aire la continuidad de algunas de sus estrellas, como Kevin De Bruyne, que admitió públicamente que revisaría su situación si finalmente la sanción se llevaba a cabo.
El máximo organismo del fútbol europeo consideró hace cinco meses que el City falseó e infló los ingresos que percibió de sus patrocinadores —el principal es Etihad— para incrementar artificialmente su presupuesto e invertir así más dinero en la compra de jugadores. La entidad anunció ipso facto su recurso ante el TAS y calificó el proceso de defectuoso y falso. El Comité de Control Financiero de Clubes (CFCB, por sus siglas en inglés), un órgano creado por la UEFA para fiscalizar las cuentas, comenzó a investigar de oficio el caso después de que la prestigiosa revista semanal alemana Der Spiegel publicara en noviembre de 2018 unos correos filtrados de la entidad. En los mensajes se daba a entender que el dueño del City era quien ingresaba al propio club las ganancias por un contrato de patrocinio de la camiseta, estadio y academia valorado en unos 75 millones de euros anuales. Lo hacía, según los mails, a través de la aerolínea de su país, Etihad. En uno de los correos publicados por el medio alemán, sin embargo, se sugería que solo 8,8 millones de euros del contrato provenían de la compañía aérea, mientras el resto del dinero salía de otra empresa del jeque, que estaría dopando económica e irregularmente al club.
Tras la publicación, Der Spiegel atribuyó a una fuente identificada como “John” las pruebas, es decir, los correos, aunque poco después trascendió que en realidad se trataba de Rui Pinto, un hacker portugués detenido y acusado de 147 delitos cibernéticos. Los cargos, que él niega, están relacionados con clubes portugueses y no con con el caso del City, que ya fue multado por la UEFA con 20 millones de euros en 2014 por rebasar el límite financiero. El entonces presidente de este organismo, Gianni Infantino, participó en las negociaciones que permitieron al propio City y al PSG –que también estaba siendo investigado y también es considerado otro club-Estado, en su caso por la inversión desde 2011 de Tamim bin Hamad Al-Thani, emir de Qatar– cerrar tratos muy favorables cuando ambos se vieron en problemas por esta norma. Estos acuerdos permitieron a ambos conjuntos evitar las sanciones más duras, que podrían haber llegado a su exclusión de las competiciones europeas, según los documentos de Football Leaks publicados por Der Spiegel.
            



